Creencias limitantes y cómo te afectan

Reflexiona un minutos sobre tu sistema de creencias, aquello que das por hecho y no te cuestionas. Vas a dar cuenta de cuántas creencias limitantes has validado hasta el día de hoy. Por ejemplo:

Toda recompensa llega tras el sacrificio.

La vida es injusta.

Los ricos no tienen escrúpulos.

Te darás cuenta que la mayoría las has aprendido en tu infancia de los miembros de referencia de tu clan (padres, abuelos, etc.) o de aquella del colegio que repetía una y otra vez la misma creencia.

Vayamos con estos ejemplos uno a uno:

1. Toda recompensa llega tras el sacrificio. Si compartes esta creencia limitante, piensa cuántas veces has conseguido algo importante de manera fácil o fluida. Ya… nunca o casi nunca, ya que es algo que no forma parte de estructura mental. Y seguro que la palabra «sacrificio» la tienes grabada a fuego.

Y eso que «sacrificio» viene del oficio sagrado, o hacer sagradas las cosas. Pero bueno, eso es tema aparte…

2. La vida es injusta. Ahora piensa cuántas injusticias vives y has vivido en tu vida y cómo las entiendes como parte de la vida, porque es injusta… Seguro que las injusticias te ocurren más a menudo que a otras personas de tu entorno.

3. Los ricos no tienen escrúpulos. Quienes comparten esta creencia limitante, es complicado que amasen una cantidad de dinero, ya que, según su sistema de creencias, si poseen riqueza, entonces no tienen escrúpulos (o el concepto asociado para ti: son egoístas, malévolos, abusones…).

¿Te das cuenta de cómo te afectan tu creencias limitantes sin darte cuenta?

Y es que una creencia es algo que has integrado en ti y no te cuestionas o te has cuestionado hasta ahora. Porque, que haya formado parte de ti, no significa que deba acompañarte siempre.

Puedes sustituirla por otra creencia potenciadora que vibre con tu ser y con tu nivel de consciencia actual.

Te dejo revisando tu sistema de creencias. Es todo un temazo…

Que sepas que, sólo tomando conciencia de ellas, sacándolas de tu inconsciente, notarás cambios internos. Si además observas cuándo se activan en ti para evitar tomar decisiones o accionar en función de éstas, es un gran avance.