Hábitos conscientes

Publicado por Mercedes Andraca en

Vamos a tratar las claves que te llevan a pasar del piloto automático a experimentar una vida consciente.

La escucha interna consiste en atender y conectar con tu mundo interior. Cómo te sientes en relación a lo que vives en tu entorno te permite descubrir, identificar y trascender, soltar o corregir programas, creencias, heridas… Desde este estado puedes tomar decisiones acordes y en coherencia con tu verdadero sentir, en vez de actuar desde el impulso, los miedos o creencias que proyecta tu mente.

– El diálogo interno puede ser elevado o de baja calidad. ¿Qué quiere decir? Esto significa que la forma de hablarte y tratarte sea desde el amor propio, la comprensión y con una visión de aprendizaje en vez de los típicos «soy idiota, tenía que haber, la he liado…». Cuando tu enfoque se basa en el aprendizaje, tu diálogo interno pasa a ser «la próxima vez lo haré de este otro modo, lección aprendida», sin juicio y autocastigo.

Trata de atender cómo te hablas a diario. Si es algo que no has hecho hasta ahora, te vas a sorprender, y no precisamente para bien… Por ello, estar atenta a tu diálogo interno para mejorarlo, representa un cambio espectacular en tus emociones e incluso creencias (ser incapaz, insuficiente, inútil…).

– La autoobservación para mí es la clave esencial de la que parten las anteriores: al observarte la mayor parte del tiempo posible, te es más sencillo y natural aplicar escucha interna y tener un diálogo interno consciente, sabiendo cómo te sientes y hablas en todo momento. La autoobservación es de lo que hoy en día hablan continuamente: el aquí y el ahora. Estar presente. Cuanto más lo entrenes, más tiempo estarás en presencia y consciente del ahora.

– La revisión diaria es el método para aplicar el aprendizaje diario. Recapitulando cómo ha sido tu día, identificas qué has vivido, qué se ha activado en ti, cómo te has sentido, qué te ha llevado a actuar de un modo u otro y ésto te permite elegir cómo vas a actuar la próxima vez en una situación similar.

Ojo, revisión diario desde el enfoque del aprendizaje y del «qué puedo mejorar mañana».

– La responsabilidad personal consiste en comprender que tú eres responsable, no víctima o verdugo, de tus acciones. No hay culpas, ni culpables. Te haces responsable de todo aquello que te concierne, sabiendo que de ti depende y tú eliges cómo vives tu vida. No es un «lo que otros me hacen», sino un «cómo me siento con lo que vivo fuera y qué elijo hacer al respecto».

En Tu Proceso de Transformación entrenamos estas claves durante los 7 meses de programa. De tal manera que al término de este viaje, además de tu transformación personal, has integrado estos hábitos para tu nueva etapa de vida.